sábado, 7 de junio de 2008

Continua, la defensa de los espacios públicos


Carolina Levario Gim

Adriana González, tan maduramente joven, sostiene en sus manos las 300 hojas o más del estudio del impacto ambiental realizado en nuestra “progresiva” ciudad de Hermosillo, respecto del proyecto MUSAS y la extirpación de muchos pulmones de la tierra. Árboles.“Nos entregaron la información a pedazos, como si no quisieran entregarla” comenta Adriana.

En esas más de 300 hojas, en el análisis de la información se develan anomalías de fechas que no coinciden y hacen dudar de la legitimidad de tan largo documento. Es posible, a decir de Adriana, se sospeche de la cédula profesional de la ecóloga que realizó tal manifiesto debido a las contradicciones que presenta.

Los primeros que pidieron el estudio de impacto ambiental lo hicieron en junio de 2007, y CEDES (Comisión de Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora) lo entregó el 15 de abril de 2008, sin embargo la comisión argumenta que siempre estuvo a disposición.

Después de los acontecimientos; el movimiento en defensa del parque Villa de Seris sigue ejecutando acciones, la más próxima: prepararse bien para lo que viene. Están buscando asesorías legales para poder comprender mejor el estudio de impacto ambiental y así, poder inferir soluciones. Manteniendo siempre claro el compromiso social de defender lo que aún se pueda defender, inclusive su propia dignidad como ecologistas. Están convencidos del beneficio de la diversidad de formas de vida que cohabitan en el mundo y el respeto a las mismas.

Adriana reconoce que han habido personas que ya no siguen en el movimiento, a las cuales se les agradece mucho, pero comprende que a nadie se le puede obligar a dar más de lo que puedan dar. Nos comenta que las cuestiones de represión, como el estar en la cárcel, pueden ser factor para infundir miedo. Ella no lo tiene.

Confiada en que todavía hay algo por hacer comenta, “si yo, que no soy abogado, con tantito que te pongas a rascarle te encuentras un montón de cosas”.

Piensan complementar sus deducciones con un análisis a la Ley Ambiental y ver que tanto pueden relacionar las irregularidades encontradas en dicho estudio ligándolo a la responsabilidad que tienen los funcionarios de obras públicas y urbanización en la ciudad de Hermosillo.

Acusa así la irresponsabilidad: “sabes qué, eres culpable, mínimo que te quiten el cargo… si eres director del CEDES, no sirves, eres un inepto, dejaste pasar documentos importantes” y habla también de la responsabilidad ciudadana: “si nos seguimos dejando, las cosas seguirán y seguirán”.

Muchos de los árboles que sacaron del parque Villa de Seris, ahora se encuentran trasplantados y gozando de un nuevo hogar: el “Parque Conmemorativo”, que por cierto, nadie sabe que conmemora dicho parque.

Adriana nos cuenta que es un área de 13 mil metros, área que representa la tercera parte de lo que fue el Parque Villa de Seris. El gobierno piensa plantar 40 mil árboles en el nuevo parque, sabiendo que no es sano que se trasplanten los árboles viejos y que no hay suficiente espacio para los nuevos.

“Los árboles grandes de Villa de Seris los cortaron con sierra, les cortaron la raíz”, nos comenta Adriana. El gobierno prometió que por cada uno de los árboles eliminados plantarían cuatro en el dichoso parque conmemorativo, sumando los trescientos trasplantados. De ser así, aquello se volvería una huerta. Las fotografías hablan por sí solas.

“Son árboles de vivero la mayoría de los árboles en el parque conmemorativo, es negocio redondo; las personas que venden los árboles son funcionarios de CEDES, Ángel López Guzmán y Ramón Castrejón. Ellos hace tres años trabajaban con Bours en la cuestión de ecologíadijo Adriana

“Transplante” es la empresa encargada de trasplantar esos árboles y es dueña la maquinaria que utiliza y los daña. Se supone que CEDES debe cuidar que las cosas se hagan bien y que no se dañen más los árboles.

Los ecologistas del movimiento para salvar al Parque Villa de Seris acudieron a SEMARNAP y PROFEPA para denunciar la calidad de trato que los árboles recibieron. Como deslindarse de los problemas y responsabilidades es más fácil que acatarlos, estas dependencias contestaron que no les correspondía a ellos el problema por ser una cuestión municipal, como si la división política estuviera por encima de la naturaleza que lo es todo.

La única manera de salvar el parque era argumentando que existía una especie protegida. Si existía y se llamaba AMAPA. La respuesta a esto fue que esa especie solo estaba protegida desde Navojoa hacia el sur del país. Para que una especie esté protegida debe nacer en los territorios que SEMARNAP señale.

Los ciudadanos activistas que empezaron con la defensa del Parque Villa de Seris, aún siguen en pie de lucha, lo que quieren es proteger más espacios públicos. Como ejemplo, Adriana comenta a Caracol la situación del vaso de la presa.

El movimiento en defensa del parque Villa de Seris se transforma en un movimiento en defensa de todos los espacios públicos extendiendo ésta invitación a la conciencia colectiva.

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