jueves, 10 de abril de 2008

"¡No somos uno, no somos cien, prensa vendida cuéntanos bien!"

Gabriela Serna
Estudiante de literatura de la Universidad de Sonora


Miércoles 9 de Abril del 2008, día en el cual decenas de manifestantes provenientes de diversos sindicatos de la región, así como estudiantes de la Universidad de Sonora coreaban en una sola voz distintas consignas; con un solo objetivo, el de gritar hasta desgarra las gargantas si así fuese necesario sus inconformidades, el de gritar, de norte a sur, de este a oeste que el gobierno represor encabezado por el notable y distinguido empresario Eduardo Bours Castelo no sería suficiente para opacar la lucha obrera.

Trabajadores y estudiantes unidos por la sed de justicia, por la búsqueda de la ineludible igualdad en el Alma Mater, ciudadanos concientes, caminaron bajo los rayos del sol fulminante característico del desierto hermosillense, cansados por el inclemente clima, pero aún más cansados y hastiados por las continuas negativas de las autoridades universitarias, en especifico del Rector Pedro Ortega, para llegar a una resolución del conflicto, autoridades que únicamente fijan su mirada en sus allegados, en su beneficio, aunque esto implique salarios de miseria para los empleados de la UNISON.

¿Inexistente? La huelga es y será el arma más poderosa de cualquier trabajador, que además es respaldada constitucionalmente, es y será la última opción de los empleados para lograr una resolución de su problemática laboral.

El hambre y la pobreza no se finge, no se actúa y sobretodo no cede ante legalismos absurdos que tratan de ensombrecer la legitimidad de un movimiento social ¿Qué acaso esto último es inexistente debido a que no cuadra con las conveniencias del los administradores universitarios?

Aunque intenten callar la voz de los manifestantes, por los medios masivos de comunicación como se ha estado observando en los últimos días, creando una especie de campaña de desprestigio tanto para la dirigente sindical del STEUS Dorotea Rascón, como para los empleados de la Universidad, informando únicamente lo que para el gobierno es de utilidad, esto no será suficiente para aniquilar a la corriente huelguista, ya que siempre se apelara por la conciencia hermosillense que no debe de vendarse los ojos ante la realidad indigna, con la cual el gobierno representativo que nos rige, nos hace despertar la inconformidad diariamente.

Los medios y la información difundida por estos, cometen diariamente una afrenta a la inteligencia ciudadana, los cuales pretenden que realmente creamos lo que con tanto desden dan a conocer y que ignoremos lo que nuestros vecinos o incluso nosotros mismo enfrentamos a lo largo de 24 horas, muchas veces insuficientes a correspondencia con la necesidad económica y a la insuficiencia salarial.

El incremento de la canasta básica es continuo, el incremento de los impuestos del mismo modo, más sin embargo el salario mínimo no asciende con la misma premura. El incremento económico es existente pero únicamente en la billetera de los que actualmente lucran con Sonora ¿es acaso esa justicia e incremento económico del cual se jacta el poder gubernamental?

"A patadas los quitaré del camino"

Carlos M. Luna


Un conflicto que pudo haberse diluido en el diálogo ha sido llevado al extremo de los presos políticos, la represión y las amenazas. El Parque de Villa de Seris, cada vez más deforestado, dejó una evidencia más de la falta de recursos para solucionar conflictos por parte del gobierno local de Ernesto Gándara, siguiendo la clara línea represiva del gobierno de Eduardo Bours.


El desconcertante voto de Dorotea Razcón a finales de febrero en el cabildo, que había sido anunciado por el partido que representa, el PRD, como contrario a la desincorporación de la Calle de la Juventud, y que al final contradijo ese anuncio, causando una indignación para aquellos que todavía consideraban a los funcionarios locales representantes del perredismo como una izquierda interesada por los movimientos sociales y sus planteamientos; simbolizó algo más que la desincorporación de una calle, también representó el final del circo maquetero de Ernesto Gándara y el comienzo de la mano dura.


El Grupo en Defensa del Parque de Villa de Seris acudió el día 11 de marzo, en el que se iniciaron los trabajos de tala de árboles, a manifestar su oposición. El parque se mostraba rodeado por elementos de la policía municipal que supuestamente no dejaban pasar a ninguna persona, esto como medida de seguridad, por el peligro de que un árbol cayera sobre alguien. Pero dentro se veía una activa movilización, un grupo de unas 30 personas cargaba con una manta en apoyo a la destrucción del parque, y gritaban consignas contra los defensores. Y estos manifestantes parecían estar escudados, su derecho se respetaba correctamente.


A cambio en ese mismo día y por hacer exactamente lo mismo, por manifestarse, Adriana González fue detenida, y otros miembros del grupo golpeados y agredidos verbalmente por los mismos policías. Mientras tanto el cerco alrededor del parque continuaba, no se podía pasar. De fuera veíamos como el trabajo periodístico de los compañeros de Radio Bemba era obstaculizado por los mismos policías. Más tarde Adriana González fue liberada, después de pagar una multa, con un collarín debido a los daños físicos que le causó el forcejo con la policía. Después de esto Rita Schwarzbeck, Andrea Sánchez y Evelyn Serna interpusieron una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, declarando haber sido golpeadas y estrelladas contra los árboles por los policías.


El diálogo sigue sin ocurrir, los puntos no se debaten; para el gobierno la desesperación por terminar el conflicto es tal que un día después en el colmo de ese placer “ejecutivo”, en ese afán empresarial de cumplir los objetivos sin importar las consecuencias, el gobernador Eduardo Bours hizo una declaración premonitoria de lo que habría de ocurrir el viernes 14 de marzo: “Con todo y las piedritas, piedrotas que se nos pongan en el camino, a patadas las vamos a quitar y vamos a poder lograr el desarrollo de Hermosillo y de Sonora”, secundando por el presidente municipal Ernesto Gándara, se redondeaba ese anuncio por demás fascista.


Así el viernes 14 de marzo, por la mañana, nuevamente los defensores del Parque de Villa de Seris se encuentran en la puerta posterior para manifestar su inconformidad, durante los trabajos de reubicación del parque, y pedir por enésima vez la reubicación del proyecto arquitectónico. Es en estos momentos que la policía municipal, bajo órdenes superiores reprime la manifestación a base de fuerza, golpes y agresiones verbales. El saldo es de 7 detenidos, entre ellos una menor de edad: Rita Schwarzbeck Morales, de 17 años, bajo cargos que no se aclaraban.


Los 7 detenidos declararon haber sido agredidos por los policías municipales solo durante la detención; sin embargo el proceso fue irregular, a los familiares de los detenidos nunca se les informó a que comandancia irían exactamente hasta ya entrada la tarde. Uno de los detenidos, Isabel Dorado Auz, no fue presentado y se le mantuvo desaparecido por horas.


En la tarde noche se supo que los detenidos se encontraban en las instalaciones de la Policía Estatal Investigadora (PEI), donde se realizó un plantón de apoyo por parte de familiares, amigos y simpatizantes, única garantía de observación porque la Comisión Estatal de Derechos Humanos no tuvo ningún peso durante el proceso, aun cuando las violaciones en las garantías de los manifestantes eran evidentes.


Al siguiente día salieron libres, Rita Schwarzbeck, Tania Morales, Vladimir Parra, Francisco Javier Salcido e Isabel Dorado, todos excepto Rita (liberada sin cargos), con una fianza de 12 mil pesos bajo los cargos de obstrucción de obras públicas y daños a un funcionario. Adriana González decidió no pagar ese precio por su libertad dispuesta a salir libre declarada como inocente. Así Adriana González se convirtió en una verdadera piedra, firme frente a la sarta de injusticias, frente a la necedad y cerrazón gubernamental. Después de declararse el auto de formal prisión a los procesados, Adriana comenzó una huelga de hambre. Días después, en la madrugada del 27 de marzo, el presidente estatal del PRI, Ernesto de Lucas Hopkins pagó la fianza. Adriana declaró no haber tenido conocimiento de que el pago se realizaría y que el acto se hizo sin su consentimiento. Al siguiente día el conflicto se volvió oficialmente nacional, al llevarse a cabo el Foro Contra la Represión en Sonora, con la presencia de Rosario Ibarra de Piedra.

Represión al ciudadano común en el Ejido la Victoria

Carlos M. Luna

El domingo 2 de marzo, amigos y familiares, entre ellos un menor de edad, salieron a entrenar y bailar sus caballos con el motivo de estar preparados para asistir el sábado 8 a la cabalgata convocada por el gobierno del estado. Pero sus planes se vieron frustrados al ser enfrentados, mientras se divertían con un caballo “prieto” bailador, por un operativo de policías municipales, en testimonio de uno de los afectados que pidió nombráramos como Eduardo Bours, por temor a represalias.

Los policías municipales se mostraron prepotentes y no dieron razón real que en el momento hiciera que los cabalgantes se bajaran y se subieran a sus patrullas, como lo pedían. Eduardo Bours, nos platica que “no hacíamos daño a nadie, y al sentirnos impotentes por la insistencia de subirnos a las unidades, corrimos en los caballos hacia la vía del ferrocarril”. En ese momento, cuando los jinetes andaban sobre la vía, que se encuentra a un costado de la calle que comunica los ejidos de La Victoria y El Tazajal, los policías comenzaron a disparar contra las patas de los caballos, escuchándose el rozar de las balas en las piedras y el metal de las vías.

Después de que lograron burlar parcialmente la persecución volvieron al campo de béisbol, donde había sucedido el primer encuentro con los elementos policiales. El denunciante se consuela de que el caballo del menor que iba con ellos, que ya había sufrido una caída debido al movimiento brusco del caballo asustado por los disparos, corriera hacia el otro lado y lograra escapar, ya que los policías parecían “ir por todo”.

En este momento, dentro del campo de béisbol, donde no podían entrar los automóviles. Los policías se bajaron y a voz de “la andan cagando, ¿qué desmadre traen?” intentaron persuadir a los vaqueros. Para estas alturas para las policías los vaqueros eran más un reto que unos delincuentes.


Los medios los ignoran

En el periódico Entorno Informativo de Hermosillo apreció una nota el día martes 4 de marzo que tiene como encabezado: “En el ejido La Victoria, atacan vaqueros a policías”. En la nota se menciona que las agresiones policiales comenzaron debido a que los jinetes habían lanzado botes de cerveza a las patrullas. En la entrevista Eduardo Bours, desmintió lo dicho, y se lamentó de que los medios trataran al ciudadano como invisible, como mudo delincuente por naturaleza.

Después de que la persecución volviera al campo de béisbol y los disparos al aire continuaran, la gente del ejido comenzó a percatarse de que “lo que estaba sucediendo era una injusticia, por lo que tomaron piedras y empezaron a aventarlas contra los policías. Fue hasta entonces que pudimos zafarnos y correr a nuestras casas”. En ese momento las patrullas municipales se retiraron del lugar.

Al separarse los jinetes para ir a sus casas, no sabían que el ejido estaba siendo sitiado por la judicial del Estado y elementos militares. Estas unidades de apoyo llegaron a la Victoria bajo la denuncia de los policías municipales de que los vaqueros a los que habían enfrentado tenían armas de fuego. En el testimonio, el afectado nos dice que “no es posible que nosotros carguemos con un arma de fuego, cuando ni siquiera tenemos navajas”.


Atrapados

Después de separase, una parte del grupo de los vaqueros fue interceptada por policías. Estos son los que mas tarde serían presentados ante los medios como presuntos responsables de dañar una patrulla.

El entrevistado nos informa que las cuatro personas que atraparon, fueron golpeadas por la policía, en una especie de venganza, los amarraron con una piola, esposados, a la bola de remolque de un pick up y los arrastraron por el suelo. En algo que parece ser más una constante que una excepción a la regla.

Los detenidos fueron liberados al siguiente día después de que se cobró su fianza generada de los daños que se dice ocasionaron a una patrulla.


Mensaje

El mensaje generado de esta noticia, es la confirmación del ambiente represivo que vivimos en Sonora. Un enfrentamiento que pudo haber sido solucionado de otra manera, con diálogo y entendimiento, fue llevado a extremos viles e inútiles. Y además el comportamiento de los policías termina validado por el Ministerio Público y las declaraciones de las víctimas ignoradas.

El testimonio presentado es anónimo, y lo es debido a que un ciudadano no puede denunciar formalmente ante ninguna institución sin sentirse desprotegido.