jueves, 21 de febrero de 2008

Viola autoridad autonomía universitaria


Carolina Levario Gim


¿Qué pasa cuando como estudiante de universidad vives enfrente de la escuela, te asomas por la ventana para apreciar tu acostumbrada vista institucional y -¡OH sorpresa!- los accesos vehiculares están cerrados?

Seguramente piensas que ha ocurrido un paro laboral.

Así ocurrió el lunes 21 de enero de 2008, cuando los miembros del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Universidad de Sonora, como medida de emergencia, cercaron el acceso vehicular durante el turno matutino de la Universidad de Sonora.

Ignacio Solano, secretario de organización del STEUS comentó en entrevista para Caracol que el motivo de dicho bloqueo se debió a que el viernes 18 de enero se violentó la cláusula quinta del Contrato Colectivo de Trabajo y la autonomía universitaria, por la entrada de cadetes de la academia de policía. Ese día, se llevó a cabo el congreso general del sindicato STEUS, en el que participaron los trabajadores sindicalizados.

De acuerdo al contrato colectivo de trabajo, la universidad está obligada a otorgar el permiso a todos sus empleados afiliados a este gremio, para asistir a este evento, que anualmente celebran. Este derecho ampara también a los vigilantes.

Sin embargo, las autoridades se aprovecharon de este congreso y de la ausencia de los vigilantes, para meter a los cadetes de la academia de policía del Estado.

Éstos ingresaron minutos antes de que los trabajadores regresaran del congreso a su trabajo.

Los cadetes no nada más desalojaron a los compañeros, sino también desalojaron maestros, estudiantes; empezaron a bajar térmicos a discreción y se hizo un caos en la universidad violentando la cláusula quinta que es la médula, la columna vertebral del sindicato; donde tenemos todo el derecho de proponer a la gente que sustituya a las vacantes de trabajos que se generen en la universidad por personal sindicalizable o sindicalizado”, afirmó Solano.

Ignacio Solano menciona que la cláusula estipula lo siguiente: “La universidad tenía la obligación de solicitarnos personal de emergencia para cubrir las vacantes que eran necesarias. La universidad nunca lo hizo tal y como marca la cláusula”.

Pero y ¿Quién aprobó la entrada de los cadetes a la Universidad? Ignacio Solano responde que prácticamente “se echan la bolita” pero que ellos ven que la petición de la intervención de los cadetes viene del área de Conservación y Mantenimiento que es el área de donde depende la dirección de Vigilancia a cargo de Ernesto Torres.

A decir de Solano, Ernesto Torres fue el causante de muchos problemas al interior del área de vigilancia, al no tomar en cuenta al sindicato para “hacer sus movimientos”, por esa razón pidieron su inmediata destitución, “esa fue la condición para sentarnos a dialogar con el rector para poder abrir las puertas al acceso vehicular”.

El sindicato considera que si bien no es una amenaza la acción del 18 de enero por parte de la administración de la Universidad hacia su organización, si existen actitudes déspotas y prepotentes donde no se toma en cuenta al sindicato.

No existe un completo acuerdo entre el sindicato y la Universidad, y Solano comenta que no sabe por qué, si siempre se ha actuado respetando la cláusula.

También comenta que esa acción es una forma de violentar la autonomía universitaria, por que esos cadetes, aunque sean estudiantes, ya forman parte de la seguridad pública, son parte del gobierno y reciben un sueldo.

A la fecha de la entrevista con Ignacio Solano, aún no había designado la Universidad un nuevo coordinador del área de vigilancia, se encontraban regularizando el área los auxiliares que estaban bajo el mando de Torres.

Solano señala que acepta que existen problemas de conducta entre el personal, porque existen buenos y regulares elementos, “como en todas partes” puntualiza; “estamos conscientes de que necesitamos una buena estructura en la vigilancia y los trabajadores están conscientes, pero los robos y problemas que han sucedido no es precisamente la culpa directa de los trabajadores que a fin de cuentas en ellos recae, pero también es la mala coordinación, la mala planeación sobre como se tiene la vigilancia.”

Para finalizar, Solano comenta que se encuentran en periodo de revisión del Contrato Colectivo de Trabajo, que consiste en revisar las cláusulas que se consideran violentadas, “en esa revisión está plasmada la cláusula quinta, de hecho en el pliego petitorio que entregamos precisamente el día 18 cuando sucedieron los hechos está incluida” aseguró.

En conclusión, el STEUS no permitirá ninguna violación a sus cláusulas, ni la intransigencia de muchos de los coordinadores, éstos son designados por la administración de la universidad y tienen que llegar a acuerdos tomando en cuenta a la asamblea general para ello.

No es justificable por ningún motivo la irrupción de la fuerza pública sobre una institución que es autónoma, es irónico e ilógico.

Creo que por medio del diálogo, por medio de la concertación vamos a llegar a algún acuerdo”aseguró Ignacio Solano.

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