jueves, 21 de febrero de 2008

Caffenio en la Unison: Con el poder del dinero

Carolina Levario Gim

Tal y como las hadas de los cuentos, así aparecieron las cafeterías caffenio en la Universidad de Sonora.

Nos fuimos de vacaciones, volvimos, no pasó más de un mes y ya estaban perfectamente edificadas y equipadas.

Pero no fuimos los únicos que para bien o mal nos asombramos con la llegada de tan populares cafeterías, los trabajadores y empleados al servicio de la UNISON también.

La cuestión es que por ejemplo, podemos pasar como alumnos toda una generación regular (de 4 y 5 años) esperando por una biblioteca o equipamiento de laboratorios o instrumentos que apoyen en nuestras prácticas académicas en los cuales la Universidad no invierte por resultar muy costosos. Pero esta vez el presupuesto si alcanzó para las cafeterías caffenio.

El STEUS en nombre de Ignacio Solano, secretario de organización, menciona que la implantación en la Universidad de Sonora de las nuevas cafeterías violentan también una cláusula de su contrato colectivo, la 101 que dice: “la universidad respetará las concesiones otorgadas al STEUS para el manejo y administración de las cafeterías dentro del campus universitario y las que en un futuro se crearán, a excepción del comedor universitario.”

En esa cláusula se especifica que las concesiones las administra el sindicato hasta por un año, es un beneficio que se les otorga a los trabajadores con mayor antigüedad.

Solano comenta que al preguntarle a la administración de la UNISON la existencia de los caffenio, la respuesta fue que ya se había firmado un convenio con la dirigencia anterior (del STEUS) en el cual se aprobó ese proyecto; el problema es que la administración no ha mostrado ese documento a la dirigencia que tomó posesión el 12 de diciembre de 2007.

El STEUS espera llegar a un acuerdo mediante la comisión revisora del contrato colectivo, pues están en tiempo de revisión.

Queremos sentarnos a platicar y que nos muestre el convenio y si es así, (que exista un convenio con la antigua dirigencia) pues estaría violentando la cláusula en si, porque ni el comité ejecutivo, ni el secretario general tiene la facultad para hacer convenios sin que lo apruebe la asamblea general”, aseguró Solano.

De existir dicho convenio, el STEUS pedirá inmediatamente la reparación de la cláusula afectada, poniendo a trabajar a empleados sindicalizados en los caffenio.

Mientras tanto, uno como estudiante se pregunta ¿por qué se le da prioridad a cafeterías de este tipo dentro de la Universidad, cuando es mas necesaria la construcción de espacios de apoyo académico?

La respuesta de rectoría es que se necesitan “áreas de esparcimiento” que satisfagan necesidades de los estudiantes, y el plus académico es poner Internet en los caffenio, así se complementa según la administración de nuestra Universidad, la recreación con el estudio, con eso basta.

Que los caffenio tengan conexión a Internet, no es cosa del otro mundo, casi toda la escuela tiene este acceso, que no nos confundan, debemos estar enterados de la administración económica de los impuestos y pagos a favor de la Universidad de Sonora.

Tal vez si se concesionara la educación, sería mas pronta su recuperación… ah! Y claro también sería más pronta la construcción de infraestructura, no ven que con las concesiones todos ganan…

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos Carolina. Nada mas tengo una duda sobre este texto... inicias y terminas la nota haciendo notar que la UNISON dió prioridad a construir caffenios en lugar de otras necesidades académicas recalcando que para esto se utilizaron recursos de la misma institución. Si bien yo no sé de cierto (y esto no lo dejas aclarado) si los recursos utilizados fueron proporcionados por la universidad o nó. Mas bién yo tenía entendido que la concesión se otorgó a caffenio y por lo tanto caffenio como organismo lucrativo fueron quienes invirtieron en la construcción de este espacio, y tengo entendido también que como concesionario ajeno a la institución tiene que pagar cierta renta para el uso de espacio... ¿no es así?... en todo caso, la universidad con esto de caffenio está ganando dinero y no gastandolo, ahora... a que lo vayan a destinar o en donde lo vayan a malgastar es todo un tema diferente, no es así?

platicanos entonces como funcionó esto de la entrada de caffenio y si realmente la universidad gastó dinero en vez de ganarlo.

Anónimo dijo...

Hola, estoy de acuerdo con David. Caffenio es una empresa privada que instaló un par de sucursales en la UNISON. Esto no significa que la universidad haya destinado recursos a la construcción de los cafés, sino que al contrario, éstos son un ingreso para la institución. Además, opino que para los estudiantes sí es una ventaja el poder contar con este tipo de espacios que -dicho sea de paso- están muy bien y son 100% sonorenses.

Anónimo dijo...

Hola David y Anónimo:

Gracias por sus comentarios, de eso se trata la revista, la retroalimentación es importante para nosotros.

Colaboro en esta revista, y David tienes toda la razón sobre que no está aclarado el punto de la inversión de la administración de la UNISON en los caffenio. Ya analizamos en la revista ese punto y tengo el compromiso de continuar la investigación sobre estas cafeterías.
Me parece que ambos (anónimo y David) posiblemente estén en la UNISON y aplaudo la alegría de anónimo de que haya empresas sonorenses que inviertan en la Universidad.
La cuestión es que beneficie en realidad a la comunidad universitaria.

¿Por qué la concesión se maneja tan por debajo del agua? ¿Por qué tan inentendible?
Pues son a esas respuestas a las que hay que buscarles solución, y ese es el compromiso de la revista, la investigación.
Aún no sabemos si la Universidad gastó dinero en vez de ganarlo David, pero que bueno que lo preguntes, es eso precisamente lo que me interesa, el cuestionamiento, la libertad de hacerlo.
Mi interés es observar los beneficios que trae caffenio, más allá del status social que la cafetería puede otorgarle a la UNISON.
Entonces, queda claro que para que la inversión de caffenio en la universidad se pudiera dar, la administración debió haber otorgado permisos, y; de ser como mencionas David, que estas empresas paguen una renta; entonces:
¿Qué pasa con ese ingreso? ¿A dónde va?
Que la concesión no se encuentre en términos claros, me hace sospechar.
Y la crítica en la comparación de la construcción de los caffenios y la construcción de espacios académicos va encaminada a cuestionar ¿Cómo se maneja el presupuesto?
Veo que con las concesiones los acuerdos son rápidos, (aunque no claros).

Saludos

correo para mas información es:
revistaelcaracol@gmail.com

Anónimo dijo...

Yo estuve en la universidad... ya no, e incluso tuve oportunidad de trabajar para la universidad un tiempo, y he de decir que noté algunas irregularidades en el uso de fondos desde mi puesto de "gato", vi cómo malgastaban dinero así como también vi algunas personas dispuestas a trabajar y hacer las cosas bien y honestamente. Pero bueno, no existe acaso en la universidad una ley de transparencia? si no existe... habrá de exigirse no? los estudiantes de estos días estamos en un punto de ceguera e indiferencia que es increible, cualquier intento de despertar es apagado. está rara la cosa, es como un status quo al que han llegado todos.

Saludos Carolina. Estaré pendiente a sus investigaciones.

Anónimo dijo...

Hola Carolina! Me gusta como escribes; sin embargo, estoy un poco en desacuerdo en el hecho de que desacredites ya sea empresas o instituciones sin dar pruebas al respecto.
Con todo respeto, pero es como si yo yo escribiera insinuando que la competencia de Caffenio te pagó para que escribieras sobre la dudosa instalación de la cafetería en la UNISON.
Creo que es un poco difícil anunciar a los cuatro vientos de qué se componen cada una de las inversiones que se realizan ya sea en la ciudad, en el estado o en instituciones públicas. Sin embargo, creo que si preguntaras en qué términos legales y financieros se realizó esa operación deberían de darte toda la información correspondiente. Si no, ahí si habría que empezar a dudar y con todo gusto te daría la razón.
De otra forma, estaríamos criticando sin saber, ya que todas las inversiones privadas deberían de ser bienvenidas, siempre y cuando busquen beneficiar a la mayoría de la sociedad.

Saludos y un gusto leerte.

Atentamente,

Jorge

Anónimo dijo...

Yo estoy de acuerdo con Jorge. La verdad es que acabo de entrar a este blog porque andaba buscando la página de caffenio.

Me parece que hace falta información para acreditar la investigación y considero que las empresas no están obligadas a revelar todas sus negociaciones e inversiones. Imaginemos si esto fuera así: todos podríamos saber cuánto gana cada quién, por qué se logró tal acuerdo o cómo son los planes estratégicos de las diferentes organizaciones.

Mejor hay que concentrarnos como dice anónimo en que es una empresa sonorense (hay que recordar que se trata de la misma de Café Combate, con tantos años de historia).

Yo no veo ningún mal. Al contrario...

¡Saludos!
Luis Pablo