jueves, 21 de febrero de 2008

El fantasma de la huelga ronda por la Unison: Revanchismo del Rector



José Luis Jara


Sin duda alguna, la manifestación realizada por los sindicatos universitarios el pasado 15 de febrero, cumplió mucho más de las expectativas que se habían generado los dirigentes de los trabajadores.


Fue más numerosa que la esperada, pues fácilmente superaron a los mil personas, de la más variadas expresiones. Acudieron los propios agremiados a los sindicatos universitarios, una representación de mineros de Cananea que vinieron hacer patente el apoyo obrero a los sindicatos universitarios. Y obviamente, a denunciar el actual estado de sitio que existe en este mineral, gracias a la política deleznable del gobernador Eduardo Robinson Bours.


Participaron gente de los sindicatos independientes, de la Central Unitaria de los Trabajadores, del Consejo Sindical Permanente y de la Unión Nacional de Trabajadores.

Pero más allá de la participación de los dirigentes sindicales, las expresiones artísticas salpicaron con sus propuestas a esta manifestación política. Los teatreros se hicieron presentes, en especial el grupo que protagoniza “Las panochas de Ures”. Los zanqueros fueron el atractivo visual de la protesta y el grupo de ensamble y batuqueros marcaron el ritmo a la manifestación, que inició en la Universidad de Sonora, llegó al palacio de gobierno, donde se encuentra la oficina del gobernador, donde los trabajadores realizaron un acto político.


Cada quien denunció su problemática. Los maestros universitarios, en boca de su dirigente, Sergio Barraza, dijeron que esta manifestación también se iría a la Junta de Conciliación y Arbitraje para entregar el emplazamiento a huelga a la Universidad de Sonora, en demanda de un aumento salarial del 25 por ciento y la revisión de varias cláusulas del Contrato Colectivo que han sido violadas por las autoridades de la institución.


Los mineros de Cananea denunciaron al gobernador de Sonora por mantener en estado de sitio a esta población. A pesar de que un juez declaró que la huelga de los trabajadores es legal, se mantienen los cuerpos policiacos en estado de alerta, en franco hostigamiento a la población, principalmente hacia los sindicalizados.


Los trabajadores de la Universidad Tecnológica de Hermosillo se hicieron presentes. Ellos llevan ya 9 meses en huelga y en este largo tiempo, además de no gozar de salarios, los han sometido a un estado represivo en plena violación a sus garantías individuales.


Y no faltó el representante de la Unión Nacional de Trabajadores, Carlos García, quien denunció en el mítin, la existencia de una orden de aprehensión en su contra. Denunció también el caso de Alfonso Chaparro, el dirigente de los trabajadores del transporte urbano que fue encarcelado por el gobierno de Robinson Bours, en franca violación a sus derechos fundamentales.


Revanchismo político del rector

La secretaria general del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la Unison, Dorotea Razcón Gámez, denunció que existe una actitud de revanchismo político por parte del rector Pedro Ortega.


El origen de ello fueron las pasadas elecciones de comités ejecutivos en los dos gremios universitarios, el de los trabajadores y empleados administrativos y el del personal académico. En esos procesos, los candidatos que apoyó la autoridad universitaria, fueron los representantes de las planillas perdedoras. Y las triunfadoras, es decir los que actualmente se encuentran al frente de las organizaciones, fueron las planillas que se declararon por defender y rescatar la autonomía y democracia sindical.


El caso más doloroso para Pedro Ortega fue el del STEUS, donde perdió Francisco Moreno Calles, quien ya venía reeligiéndose desde hace casi 30 años. En este lapso, que los trabajadores sentían a Calles como un Fidel Velásquez, la maquinaria de negociación ya estaba bien aceitadita.


Pero la continuidad se rompió en el pasado proceso electoral y Pedro Ortega ha actuado de manera revanchista.

Primero, ante el emplazamiento a huelga que interpuso el STEUS a la Universidad de Sonora para el 3 de abril, las autoridades interpusieron un recurso en la Junta de Conciliación y Arbitraje, con el cual se negaban a reconocer la personalidad jurídica de la nueva secretaria general. Por ello, su demanda principal fue que el emplazamiento del STEUS se fuera al archivo. Una manera muy burda para declarar ilegal el derecho a huelga de los trabajadores universitarios.


Ante ello, Dorotea Razcón le planteó públicamente a Pedro Ortega que le baje, que se siente a negociar, porque hasta ahora las autoridades no se han sentado a negociar. “Nosotros ya entregamos nuestro pliego petitorio y estas demandas fueron el resultado de un acuerdo de asamblea general celebrada el pasado 15 de enero. Y este acuerdo fue ratificado en el Congreso del sindicato el 18 de enero”.

Sergio Barraza, del STAUS, señaló que existen problemas muy fuertes en la Universidad. “Hay rezago en los salarios, falta resolver la estabilidad laboral de muchos maestros y lo del Estatuto del Personal Académico, de tal suerte que es necesario que la autoridades se sienten en las mesas de negociaciones”.


Por su parte, las autoridades universitarias han respondido bajo su actitud de revancha. Se han girado instrucciones en diferentes áreas de trabajo, para hostigar a los empleados y que han provocado un ambiente tenso en la relación laboral.


Esa actitud es coronada con el desdén de las autoridades ante los reclamos sindicales. Ni siquiera estuvieron cuando el STEUS fue a entregarle el pliego petitorio. Sólo fue firmado de recibido por una secretaria de las oficinas de rectoría.


Con este ambiente provocado por el rector Pedro Ortega, empieza a rondar por esta casa de estudios el fantasma de la huelga. Y con esta actitud, el rector universitario confirma su sometimiento a Eduardo Robinson Bours, quien blande la cachiporra para golpear a todo aquel que se atreva a cuestionar su política rapaz.

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