jueves, 21 de febrero de 2008

Cananea, estado de sitio

Miguel Luna

Cananea se encuentra bajo estado de sitio. La policía federal custodia día y noche la principal fuente de trabajo de esta ciudad, con el permiso y la cooperación de las autoridades estatales.

Los mineros de esta ciudad denunciaron que existen alrededor de 800 policías estatales que refuerzan la tarea de los federales, en menoscabo de los derechos fundamentales de la población.

El colmo del estado de sitio, lo representa el acecho permanente de la policía contra los mineros, principalmente contra sus dirigentes. Las familias y los hogares de estos trabajadores, agrupados en la sección 65 del sindicato minero se encuentran prácticamente bajo custodia policíaca.

A esta mancuerna de represores, se unieron los agentes de la policía municipal que está bajo el mando de un alcalde panista. Todos ellos vigilan muy de cerca, y sin el menor recato, los hogares de los mineros que se encuentran en huelga por más de 6 meses, por la falta de diálogo con la empresa del Grupo México.

Después de que un juez resolvió declarar como legal la huelga de los mineros, el gobernador de Sonora, Eduardo Robinson Bours se quiere pasar de ignorante de la situación, con el fin de evitar la retirada de sus cuerpos policíacos, que mantienen en estado de sitio a Cananea.


Peregrinaje legal

La actual huelga en la mina de cobre de Cananea concesionada al Grupo México iniciada bajo las demandas de mejoras en seguridad e higiene, ha seguido un largo peregrinaje legal que ha convertido el paro de los mineros de inexistente a existente en varias ocasiones, incluso llegando al grado de contradecir el derecho a huelga de los trabajadores.

La más conocida es la notificación de inexistencia de huelga del 11 de enero de este año, aunque meses antes hubo otra notificación similar que después fue anulada confirmando la legalidad de la huelga por primera vez. Pero la del 11 de enero, según la versión del sindicato minero, difícilmente puede llamarse notificación, pues los elementos armados se encontraban frente a las puertas de la mina con la orden de desalojar a los mineros demasiado temprano si recordamos las 24 horas de gracia que legalmente se otorgan para realizar dicha notificación.

Once días después tuvimos la noticia de que la existencia de la huelga era nuevamente reconocida, pero con el detalle de que la minera podía ser operada por la empresa con los mineros no sindicalizados o los sindicalizados que desearan volver a trabajar, contradiciendo el planteamiento legal del derecho a huelga y generando un ambiente de tensión entre los trabajadores sindicalizados.

Pero lo anterior era solo una resolución parcial y esa contradicción se mantendría (bajo el cuidado de la policía federal) mientras se diera el juicio final del juzgado sexto en materia de trabajo sobre la inexistencia emitida por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. El juicio final fue anunciado el día 14 de febrero y resultó a favor del sindicato minero, lo que significa que la huelga tiene que volver a su definición legal y que la mina debe ser, de nueva cuenta, tomada por los trabajadores.


Golpe judicial y militar

Los trabajadores mineros platican sin problemas de lo sucedido el 11 de enero en las puertas de la mina, cuando fueron desalojados. Nos platican que los elementos de la policía cargaban además de bombas lacrimógenas y toletes, también sus armas, como si el enfrentamiento fuera con una banda de delincuentes, además de que un helicóptero del estado fue utilizado para descargar bombas lacrimógenas sobre los mineros que se encontraban dentro de la mina, mientras sus compañeros seguían reteniendo la embestida judicial en la puerta de entrada.

Las fotografías tomadas por los mineros durante el enfrentamiento (en las páginas centrales de esta edición) muestran la enorme masa negra de elementos policíacos que enfrentó a los mineros, armados con tubos, palos y piedras.


Apoyo en Hermosillo

Unas semanas después se organizó en Hermosillo, en la Universidad de Sonora, un Encuentro Nacional Sindical al cual asistieron organizaciones campesinas, universitarias y mineras para dar su voz de apoyo a los mineros de Cananea y exponer su propia problemática. Los mineros gritaban a coro en cada silencio en el podium: “¡Paro Nacional!” exigiendo una fecha que sirviera de presión y de mensaje a las autoridades represivas.

Al encuentro asistió el dirigente nacional de la UNT, Francisco Hernández Juárez, de quién se esperaba un pronunciamiento enérgico, aunque solo hizo un recuento de la pobreza en México y no retomó ni por la tangente la exclamación popular en el Centro de las Artes, recinto donde se llevó a cabo el evento.


Solidaridad del gremio minero

La ola de solidaridad para con los mineros de Cananea, después de ser desalojados vino, primero desde sus familias, que han dado origen al Frente Femenil Cananense que apoya la lucha minera activamente y desde adentro.

Además el sábado 2 de febrero se realizó el X Foro Nacional Minero con cede en Cananea donde se dieron cita las bases de numerosas secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros (SNTMMSRM) quienes expresaron su apoyo mutuo, ya que existen, además de la Sección 65 en Cananea, otras secciones mineras en huelga.

Durante el evento todos los mineros se mostraron solidarios y expresaron su respeto a la dirigencia nacional de Napoleón Gómez Urrutia, exiliado en Canadá.

Además contaron con la presencia de sindicatos externos como la UNT, el STAUS y el STEUS (sindicatos de la Universidad de Sonora), situación que nunca había sucedido en un foro minero. También emitieron su apoyo organizaciones mineras de Estados Unidos y Perú.

El ambiente dentro del auditorio no dejó de ser combativo, recordando siempre firmemente los ideales del sindicalismo: justicia y democracia, mientras que afuera las familias y ciudadanos escuchaban atentas y miraban en una pantalla lo que ocurría en el foro, sentadas bajo el agradable sol durante esa fría mañana en Cananea.


Solidaridad sindical

La sección 65 mandó una comisión para apoyar el 15 de febrero la marcha de los sindicatos universitarios en Hermosillo, Sonora.

Durante esta visita dieron una actualización sobre el conflicto después de la resolución del 14 de febrero que, nos dicen, obliga a la policía federal a salir de la mina y esta será la nueva exigencia, apoyada ya en los resolutivos del Foro Minero, de la Sección 65.

Nos cuentan que en Cananea ha surgido un clima de solidaridad y comunicación que hacen tolerable la difícil situación de la huelga, emergiendo la innegable amabilidad de los cananenses.



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