miércoles, 9 de enero de 2008

Una oportunidad para la democracia en la UNI-SON

Rafael Rubén Borbón Siqueiros

El año 2007 ha sido el cabalístico año de la suerte, buena para unos mala para otros.

En los sindicatos universitarios quienes han salido perdiendo ha sido la burocracia universitaria, esta costra que se enquistó en la universidad desde la década del 80 y que algunos de ellos se han enriquecido a cuenta del presupuesto de la institución.

El mes de septiembre les toco a los maestros desplazar a la burocracia claramente identificada con los intereses de la administración universitaria y con los intereses de los gobiernos federal y estatal, incluso poniendo en riesgo la unidad del sindicato cuando en una asamblea general impusieron el levantamiento de huelga que el rector ya había anunciado días antes. El pleito entre las dos corrientes que conformaban el comité ejecutivo por las prebendas que les otorgaban por sus buenos oficios en la gestión del contrato colectivo de trabajo a favor de la autoridad universitaria, abrió un resquicio para que la oposición democrática arribara a la administración del sindicato y cambiara la gestión a favor de los trabajadores académicos.

Pero donde se ha presentado el triunfo más sonado y con mayor trascendencia para la democracia sindical es sin duda alguna en el sindicato de trabajadores manuales y administrativos.


25 años de usufructo del contrato colectivo de trabajo

Después de 25 años navegando en la silla de secretario general, secretario del trabajo o secretario de organización del STEUS y con un período de ausencia de dos años entre 1986 y 1988, que fue removido por los trabajadores, el actual secretario general, Francisco Moreno Calles ha sido repudiado por más de las dos terceras partes del sindicato, entre los que votaron por la verde, la morada y las abstenciones.

En estos 25 años se cometieron un sin fin de violaciones a los derechos de los trabajadores. Entre el secretario general y el asesor jurídico del STEUS, cambiaron los estatutos para hacerse líderes vitalicios, de períodos de administración sindical de dos años pasaron a cuatro, incluida la reelección, les quitaron el voto a las asambleas generales, aceptaron el despido de trabajadores opositores a ellos, despojaron de sus derechos sindicales a compañeros trabajadores e incluso a fundadores del sindicato por no estar de acuerdo con sus políticas de entrega de los derechos de los trabajadores a los caprichos de las autoridades y de los jefes de departamento en turno, se corrompió a trabajadores con prestamos personales, con otorgar el número de empleado para hacer eventualidades, concediendo comisiones con goce de sueldo a sus amistades, creando clanes familiares que protegían a la administración sindical, etc.,etc.


La futura administración sindical

La planilla ganadora, la verde, tiene ante si un gran reto, primero debe de cumplir con las expectativas que los trabajadores depositaron en ellos, segundo restituir con todos sus derechos a los compañeros sindicalizados que se les haya castigado por sus ideas políticas, tendrán que incluir en sus pliegos petitorios como violaciones al contrato la defensa de los compañeros que fueron despedidos injustificadamente. De la misma forma deberán hacer los cambios a los estatutos para restituir la democracia interna en el sindicato, hacer una revisión del escalafón de eventuales para ver quienes son los que tienen más derechos por su antigüedad y dar mayor fuerza a las delegaciones.

No hay comentarios: